El ayuno que yo quiero es este:abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos...partir el pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves denudo y no cerrarte a tu propia carne. (Is 58,6-7). No os suena al Nuevo Testamento? Por que tuve hambre y me disteis de comer, estaba desnudo y me vestisteis...
No debemos ayunar ni privarnos de las cosas para demostrarnos lo fuertes que somos, la voluntad que tenemos,lo santo que somos. Debemos ayunar para dar de comer al que no puede. Debemos privarnos de las cosas para dárselas a los que carecen de ellas...Porque esas personas son Jesús en persona. Por que Dios no es un ser etéreo al que no podemos llegar. Dios se encarna cada día en el hombre. Amando al hombre, es la forma de amar a Dios.
Bernardo YOEL. Valencia