"Así que Jesucristo, quien establece lo bueno contra lo malo, es nuestra madre real. Le debemos nuestro ser - ¡y ésta es la esencia de la maternidad! - Y toda la protección deliciosa y amorosa que siempre le sigue. Dios es realmente tanto nuestra Madre como nuestro Padre."
Juliana de Norwich
Daniel, Asturias