Nos empeñamos en encontrar a Dios por caminos muy diversos. Nos olvidamos del camino más directo y más seguro. El mismo que él hizo para llegar hasta nosotros: de la forma más sencilla y desconcertante: Haciéndose uno de nosotros; con carne como la nuestra, con ojos como los nuestros, con corazón que late al ritmo de los nuestros y ama como los nuestros, que sufre como los nuestros: en la cruz también se revela Dios venciendo la violencia de los hombres con un amor inconmensurable; en el niño que nace en Belén. "He aquí al hombre"; "He aquí a Dios". Se nos reveló, lo encontramos.
Un abrazo y feliz Navidad
D.G.;Zaragoza