ALEGRAOS! Ciclo C
(Lc 3, 10-18)
“¿Qué hacemos nosotros?” (Lc 3,14)
El tercer domingo de adviento siempre nos repite lo mismo, como Pablo en la carta la los Filipenses: ¡Alegraos!
La primera lectura de la Eucaristía nos regala una de las imágenes más bellas de Dios. El profeta Sofonías nos muestra a un Dios radiante de alegría, en algunas traducciones dice que saltando y danzando en medio de su pueblo como en los días de fiesta.
Y un Dios así de contento ¿qué nos dice? ¡Que nos alegremos! Algo así como: “vosotros, cada uno de vosotros sois mi alegría y yo puedo ser la vuestra, ¡Alegraos conmigo!”
Por eso la invitación del adviento es la alegría. Dios ha decidido venir a habitar enmedio de nosotros, porque es aquí, entre nosotros, siendo uno de los nuestros como quiere danzar y saltar de alegría.
Sin embargo, a simple vista, el evangelio que nos presenta la Iglesia en este donmigo no parece que hable de alegría… Nos encontramos de nuevo con Juan Bautista. A él acuden distitntos tipos de gentes y todos con la misma pregunta: “¿qué hacemos?” Y Juan tiene una respuesta para cada uno.
Con otras palabras les va invitando a compartir, a obrar con justicia, a no abusar de la autoridad, ni dejarse llevar por la codicia. Todo esto, ¿para qué? Precisamente para poder ser felices, para poder vivir con alegría la Buena Noticia.
Juan Bautista anuncia la venida del Mesías, del ungido de Dios, de Dios mismo y a Dios se le encuentra en el compartir, en la justicia, en la sencillez. No con estas palabras pero Juan les está diciendo: ¡alegraos! ,y para que puedan alegrarse de verdad les dice lo que tienen que hacer.
Muy bien, y nosotros, ¿qué hecemos? Es una buena pregunta. ¿Qué podemos hacer para vivir con alegría? ¿Te atreves a preguntarle a Dios qué debes hacer para ser feliz?
¡Alegraos! es la invitación, aceptarla y cómo aceptarla depende de cada uno.
¡Alegraos! tanto como Dios se alegra con nosotros.
¡Alegraos! para que la Buena Noticia sea creíble.