Yo no te vengo a tañer
junto al oído un laúd
que por extraña virtud
te amodorre en dulce calma;
¡vengo a poner la inquietud
entre tu vida y tu alma!
No busques honor y fama
en blasones y coronas:
ni es eso que ambicionas
ni es eso lo que te llama.
Cuando el aplauso te aclama
ya piensas que estás llegando
a tu más alto destino;
¿no ves que el tuyo es divino
y que así te estás quedando
a mitad de tu camino?
(José Mª Pemán -Palabras puestas en boca de san Ignacio, dirigidas a san Francisco Javier)
Un abrazo
D.G.;Zaragoza