¡LEVANTAOS! Ciclo C
Lc 21, 25-28.34-36
“Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación” (Lc 21, 28)
“¡Levantaos!”, este adviento 2015 irrumpe invitándonos no solo a la esperanza sino también al coraje.
Porque hace falta ser valiente para “ponerse en pie y alzar la cabeza”, pues solo en esa posición es posible vivir el evangelio.
Quizá por eso Jesús se pasó buena parte de su “ministerio” (léase “servicio”) poniendo en pie a todas aquellas personas que encontraba postradas: paralíticos, poseídas, encorvadas, ciegos, muertos e incluso un recaudador de impuestos se puso en pie cuando descubrió lo que la presencia de Jesús significaba en su vida (Lc 14, 1-9).
Pero, ¿por qué de pie? Porque solo quien se levanta se predispone a servir y solo desde el servicio descubrimos quién es el Dios de Jesús.
En la última cena, una vez más, Jesús, el que había dedicado tanto tiempo a “levantar” a otras y otros, “se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomo la toalla…” y se dispuso a servir, se puso a lavarle los pies a sus discípulos, a esos mismos discípulos a los que unos días antes había invitado a esperar la liberación levantados y con la cabeza alzada. “Esperar”, en cristiano, es sinónimo de servicio, el Reino llega en forma de semilla, Dios viene al mundo en la fragilidad de un recién nacido y todos nosotros, que esperamos el gran acontecimiento de su venida, tenemos que vivir nuestra espera al estilo del Maestro.
¡Levantaos!, de pie y con la cabeza bien alta.
¡Levantaos! con una sonrisa en el alma.
¡Levantaos! para derrochar un tierno servicio.
¡Feliz Adviento 2015!