El silencio existe, dentro y fuera de nosotros.
El silencio es una dimensión esencial de la existencia humana y de toda la creación.
El silencio es una dimensión llena de luz, llena de vida, de amor y de paz.
El silencio es "un hogar" donde podemos respirar a pleno pulmón,
donde encontramos la luz sagrada y divina del alma,
la calma infinita de nuestro corazón,
la comunión amorosa con todas las personas y con toda la creación...
Despierta tu sed de silencio en el hondón del alma,
despierta tu sed de sumergirte en la calma interior de tu corazón.
Señor tengo sed de silencio.
Señor, silénciame.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza