Todo un libro de la Biblia está dedicado a cantar las maravillas del amor pasional de una pareja.
De ser un poema de amor con tintes eróticos, el Cantar de los Cantares se ha entendido en las Iglesias como una metáfora del amor de Dios por cada ser humano. El mismo San Juan de la Cruz usará el Cantar como tema para su poema sobre el amor del alma enamorada y Jesús, el Amado.
Como dice Ernesto Cardenal: ¿No es Dios el inventor de todas las caricias y el creador de la pasión? El sexo es símbolo del amor divino. El sexo es símbolo y sacramento.
O como lo expresa William Agudelo, otro místico y poeta: Dios es el sexo perfectísimo, el Único Verdadero Sexo del que son figuras todos los sexos de la tierra.
La doctrina más oficial de la iglesia romana ha reconocido que el acto sexual es símbolo del amor divino y una participación en la obra de Dios, por eso la santidad del acto sexual.
Si el sexo es un acto sagrado que expresa el amor y el deseo de la pareja y en ese amor y deseo manifiesta el amor y deseo de Dios por la humanidad, cada vez que el amante y el amado homosexuales se unen, realizan en su unión el amor de Dios,hacen presente el amor de Dios.
El deseo,la pasión,el erotismo, el coito y el orgasmo de la pareja homosexual se convierten en acciones sagradas, acciones de culto destinadas a alabar la grandeza de Dios.
De ahí que el sexo del amante y el amado sean oración, eucaristía (acción de gracias) al Dios de la vida que ha hecho del sexo una actividad placentera que se comparte.
Por eso, al hacernos conscientes de todo esto, podemos hacer experiencia de Dios en el amor homosexual.
YOEL cg. Valencia.España