Eterno Señor de todas las cosas.
Seguiremos buscando fronteras,
para superarlas con tu palabra
que tira muros,
que ofrece puentes,
que forja encuentros.
Nuestra casa, el mundo;
nuestro más, tu reino.
Pidiéndolo todo, nos llamas de nuevo.
Prometes hacer de nosotros fuego.
Así que arderemos,
si tú eres la lumbre
de hogueras que pongan
calor en el frio, fulgor en las brumas,
de noche sosiego.
Tras tu huella iremos
dejando olvidados
los malos amores, intereses grises
y quereres ciegos.
Con los pies de barro y la vida en juego,
nos basta tu gracia para alzar el vuelo.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza