Estos días ando un tanto alborotado y criticon. Menos mal que tengo dos hermanos que me apaciguan y dan tranquilidad. Charlar con Mudejarillo de lo divino y lo humano es el regalo del día,y hacerlo con mi querido hermano Dorian lo he convertido en una necesidad a pesar de la frecuente falta de sintonía.
No soy nada romano, el emperador Constantíno y su edicto de Milán me pone de los nervios. Me encuentro más cómodo con la comunidad de Jerusalén dando los primeros pasos con dudas y miedos.
Pensaba esta mañana que las críticas esconden una especie de negativa a cambiar, una ceguera ante lo bueno de los demás. Si los demás hacen, por que hacen. Si no lo hacen, por que no hacen....Pero así me ahorro mirarme a mi mismo, ver mis defectos y corregirlos.
Mudejarillo-Dorian: no me lo comenteis,pero ya se por que yo no arrodillarme con vosotros ante Jordi. Miedo, mucho miedo y más cobardía. En menudo follón me metería,a no ser que fuera como Nicodemo....
YOEL. Valencia. España