Los escándalos de abusos sexuales,que nuncios,cardenales,obispos,clérigos y religiosos han cometido con niños y el interés de la jerarquía por ocultar sus escándalos, han puesto en evidencia que las iglesias,por mucho miedo que tengan al sexo,temen bastante más al deterioro de su imagen pública.
El miedo mayor de las iglesias, es el miedo a perder su poder, ya que el poder de las instituciones está siempre asociado a la credibilidad ante sus adeptos.
Es notable que en los Evangelios no se tiene en cuenta una ética del sexo. Ni el N.T. ofrece una enseñanza sistemática sobre moral sexual. En realidad, en los autores cristianos de los primeros siglos, tuvo más influencia el puritanismo helenista que la tradición evangélica.El pensamiento de la tradición eclesiástica mediaval, ha marcado la moral cristiana. El hecho es que la moral sexual cuenta con un estatuto especial, que la distingue de otras áreas del comportamiento humano. Es sabido que, en asuntos de sexo, para la moral tradicional, no existe "parvedad de materia": tan pecado "mortal" puede ser una caricia como un atropello sexual.
La represión sexual tiene por objetivo crear sujetos sumisos al poder constituido. Todos los dictadores sean de derechas o izquierdas, han sido represores rigurosos del sexo por que dominar el espacio más íntimo del sujeto supone dominar la persona en su práctica totalidad.
Bernardo YOEL cg. Valencia.España
