Una tras otra se suceden malas noticias. Hacía años que no había tantas mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas: el estado islámico no aflojado y ha seguido cometiendo las atrocidades más grandes
personas y patrimonio en Siria, Irak...con la clara intención de extender el terror a todo el mundo: y que hemos de decir de los miles y miles de refugiados y emigrantes que han llegado a Europa o han quedado en el camino, como el niño que me estremeció muerto en una playa Turca. El camión de transporte de pollos que fue tumba de más 70 personas.
Ante tantas desgracias y injusticias que se viven hoy en nuestra sociedad, leyes que apisionan a las personas,personas que pierden sus derechos, ha recordado una oración que Thomás Merton nos dejó en su libro, ""En busca de la soledad".
"Enséñame cómo se ca a ese país que está más allá
de toda palabra y todo nombre.
Enséñame a orar a este lado de la frontera,
aquí donde se encuentran estos bosques.
Necesito que tú me guíes.
Necesito que tú muevas mi corazón.
Necesito que mi alma se purifique
por medio de la oración.
Necesito que robustezcas mi voluntad.
Necesito que salves y transformes el mundo.
Te necesito a ti para todos cuantos sufren,
para todos cuantos padecen prisión,
peligro o tribulación.
Te necesito para cuantos han enloquecido.
Necesito que tus manos sanadoras
no dejen de actuar en mi vida.
Necesito que hagas de mí, como hiciste con tu hijo,
un sanador, un consolador un salvador.
Necesito que des nombre a los muertos.
Necesito que ayudes a los moribundos a cruzar el río.
Te necesito para mí, tanto si vivo como si muero.
Es preciso. Amén"
(Thomas Merthon O.C.S.O.)