"Misericordia quiero y no sacrificios"
Los Fariseos se escandalizaban por que los discípulos no ayunaban, por que cogían espigas en sábado. De Jesús, por que curaba en sábado. Él les responde con una frase del profeta Oseas: "Misericordia quiero y no sacrificios". Es decir, que lo importante no es la ley,los actos,sino el corazón, las intenciones. A los hombres nos es muy fácil acallar nuestras conciencias con el cumplimiento de leyes y rituales. Pero esto no vale de nada si nuestro corazón no ama. No sirve de nada hacer ayuno, si dejamos morir de hambre a nuestro prójimo. No sirve de nada hacer sacrificios, si no nos entregamos para aliviar los dolores de los demás. No sirven de nada nuestras horas de oración, si no dedicamos ni siquiera unos minutos a escuchar a nuestros hermanos.
fr. Bernardo YOEL cg. Valencia.