Si bien no podemos saber los tiempos de Su Venida, particularmente presiento que ya está cerca. Pero lo que más me apasiona de todo esto, es unirme a la voz del Espíritu y la Esposa que dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
¡La voz de mi amado! He aquí él viene Saltando sobre los montes, Brincando sobre los collados.
Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche.
Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar.
Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Mi amado es mío, y yo suya; El apacienta entre lirios.
Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros?
Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; El apacienta entre los lirios.
[Libro Cantar de los Cantares]
!!PERO QUE HERMOSURA Y QUE BELLEZA !!
Un abrazo.
En. Aguilar -BALEARES-