Llevaba días expectante la llegada en Julio de los tres reyes magos, el sábado 11 llegaron a traerme el regalo de su sonrisa y alegría: Dorian, Ignaciano y Álamo.
Han sido horas de comunión y sin pretenderlo ni programarlo las intimidades personales han brotado a chorros. Han sido dos días de "fiesta" fraterna. Entre traca y traca que en Valencia no faltan, las charlas del Mercado Colón... y las cabezadas cuando algún hermano no podía con su sueño, hemos disfrutado de un fin de semana fantástico.
No puedo decir nada más que gracias y que os quiero.
fr. Bernardo YOEL.cg. Valencia.