El otro día un amigo me presentó a un chico de Filipinas, de visita a España y a quién él ya conocía. Hablando con él, resulta que me habló de que conocía Cristianos Gays, y que era su lugar de referencia en lengua española (su lengua materna) para aquellos que creen en Cristo y que consideran que su homosexualidad es compatible con mi fe.
A veces nos olvidamos que ese país tiene tantas cosas que ver con nosotros por esas cosas, siempre tan cuestionables, del colonialismo, solo porque creemos que ya no se habla español. Pero si hay una minoría que lo sigue hablando, y CG no solo es un lugar de encuentro en España, Hispanoamérica y los hispanoblantes de Estados Unidos, sino de aquellos lugares aislados donde se habla nuestro idioma: Guinea Ecuatorial, la pequeña minoría hispanohablante de Filipinas, inmigrantes hispanos en Australia, Alemania, Suecia...
Fue precioso cómo me recitó "La fuente que mana y corre" de San Juan de la Cruz, y terrible cuando me contó cómo malvive el colectivo GLTB en ese país, lleno de iglesias católicas, de nombres y apellidos españoles, de miles de palabras españolas en sus idiomas, ciudades y calles... y de intolerancia por un Evangelio que se propagó lleno de mentiras y falsedades sobre su contenido.
Y peor aún, en un país católico en un 80%, la actitud de otras iglesias y credos: las cismáticas Iglesia ni Kristo y la Iglesia Filipina Independiente (nombre oficial en español), junto a las iglesias evangélicas y la minoría musulmana en el extremo sur del país...
Fue cooficial nuestro idioma hasta 1987 ,pero sigue siendo oficial ese cristianismo manipulado en que la Iglesia dice negro en lo que Cristo dijo blanco.
Que este hermano, en su país ya, y millones más, puedan ser pronto libres. Entre tantas precupaciones, importantes y sin importancia en nuestras vidas, no los olvidemos.