Os escribo de nuevo, un poema de mi pequeña obra "Veinte poema rasgados". No me gustaría que ciertos aspectos de los que hablo en la misma se quedaran nada más que en la mente de unos pocos. Lo que deseo es que vuelen con el viento para que la ignorancia desaparezca. Pongamos todos un poco de nuestra parte. Ahí va mi granito de arena que, espero de corazón, os guste y sirva para algo (o a alguien).
"Tal y como EL nos creó".
Me suelo preguntar
de vez en cuando,
el porqué Dios quiso
que yo naciese homosexual
Desde la infancia me he aceptado
tal y como EL decidió crearme.
Y jamás se lo reprocharé;
fue por su parte
algo más
que una sabia decisión.
En la citada edad
padecí el peso de
horrendas palabras,
tales como "mariquita"
y otras
de mucha peor enjundia.
Y me dolía. Y mucho.
Pero me asía a la Fe;
y le rogaba a un bello Cristo
que colgaba de la pared
de mi inocente habitación,
que me ayudase a ser tan fuerte
como EL lo fue,
pues ya me supuse entonces
que esas palabras
(que más que tales
son oprobio)
las iba a tener que escuchar
demasiadas veces
a lo que posteriormente,
sería mi vida.
Mi propia vida.
Y me sigue doliendo
igual que cuando era un crío
cuando las escucho con ira
en la boca de alguien;
pues yo
(y los que son como yo),
no le tenemos que pedir
permiso a nadie
para amar
tal y como nuestro corazón...
nos dicta.
Y la vida continuó,
y mi Fe en Dios inalterable,
puesto que si EL a deseado
que yo sea tal y como soy;
sus razones tendrá,
que para eso es Dios
y sabe lo que se hace.
Por eso grito al viento
que nos amemos....,
nada más que nos amemos
a nosotros mismos.
Para no volver loco
a Dios;
pues así se volvería,
al vernos luchar
en contra de como EL mismo,
ha decidido hacernos
a cada uno.
Individualmente.
Además,
luchar en contra
de como es uno mismo
es mentir a Dios.
Y eso es pecado.
Estimados amigos, lo que más ilusión me haría sería el saber que este poema haya servido para ayudar a quien por circunstáncias se encuentra confuso o solo. Esa es mi mayor ilusión y es por ello por lo que escribo.
Quedar con Dios y un abrazo inmenso.
Toni Chillón.