Jesús formó un grupo de "Vida" llamando a los doce (Lc 6, 12-16) un grupo que iban más allá de reunirse una vez a la semana como lo hacen nuestro hermanos Mudejarilo, Doryan, En Arje, Ignaciano, luis manuel, Álamo, Abdías, Irimego, Santi, Arcangel... tambien Santas mujeres en la plegaria de la Cena.
El grupo del profeta de Nazaret no era un grupo sentado en torno a una mesa, que cuando terminaba la reunión dejaba allí aparcado lo que decían, sino un pequeño grupo que se conocían por sus actos (Mt. 23, 1-12). En el grupo mencionado, las horas que pasé con ellos, me impresionó, su espontaniedad, apertura, confianza.
Compartir un grupo de Cristianos Gays no supone una obligación ni una carga, sino la alegría y el gozo de estar juntos, madurando en su Fe y una relación de confianza donde se comparten experiencias profundas... intentando vivir la alegría de la FE en el amor de Dios y la esperanza en el Profeta de Nazaret Resucitado.
Lo que sucedió en Jerusalen hace dos mil años es algo que podemos experimentar, edificando un grupo en que la comunión nos una en la DIVERSIDAD.
Huyamos de la pasividad. Que se note la sangre en las venas "Fuertes en el espíritu con intimidad con Dios para vivir en la verdad en la que nos ha creado Dios.
La necesidad de nuevas energías vienen clamando desde muchos grupos. Saint Exupery lo expresaba de esta manera "si quieres construir un barco, no comiences en buscar la madera, cortar tablones o reclutar una tripulación, sino que primero hay que animar a que la gente anhele el mar libre y amplio" . Cuando la cuestión religiosa nos ahoga se convierte en irrelevante y crecen hombres y mujeres
que se distancian de las religiones oficiales y producen una auténtica ansia de mar libre y amplio.
fr. Bernardo YOEL. Valencia.España