Ayer pude acercarme a rezar vísperas con las hermanas. Los sábados se proclama el Evangelio de ese domingo y se comenta. Siempre al leer la Biblia tienes que ser consciente de que es una carta que Dios te hace llegar, que has de leerla en primera persona, para ti aunque nos hayan enseñado a usar textos para atacar y señalar a los demás.
Con este relato de Juan pasa algo parecido. Este domingo del buen pastor se lee pensando en los párrocos, dirigentes de comunidades, obispos o el papa. Pero cuando Juan escribe esto no existen todos estos estamentos, es decir lo escribe para los "laicos" que componen las primeras comunidades, a nosotros. Todos tenemos que ser el buen pastor. Todos somos responsables de la Fe del hermano, del que tenemos al lado.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza