La existencia del mal en la tierra es una de las razones que nos impiden creer. Sin embargo, Jesús, en ese mal, nos está demostrando cada día sus llagas: el hambre, la injusticia,guerras, niños obligados a trabajar....Esas son las llagas que nos están gritando: si crees en mí has de verme a mí en esas personas, has de caer de rodillas frente a ellas y has de exclamar ¡Señor mío y Dios mío!. Has de luchas por curar esas llagas,por hacerlas desaparecer.
Es entonces que, como Tomás veremos a Dios en el Crucificado, en todos los crucificados . No veremos para creer, sino que, por que creemos, sabremos reconocerlo y verlo donde verdaderamente está: en los hombre.
! SANTA PASCUA¡ FR. bERNARDO YOEL cg. Valencia.España