(Jueves V de Cuaresma)
"Quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre." (Jn 8,51)
Es el Profeta de Nazaret quien nos invita a guardar su palabra. Su palabra es vida, porque su Palabra nos muestra el Padre y nos conduce a Él. Es importante pensar en sus palabras. Meditarlas. Es la única manera de conocer a Dios. La meditación de la Palabra nos llevará a ver a Dios en los demás, a respirar a Dios en la vida.
Bernardo YOEL cg. Valencia.España