Martes de la 4ª semana de preparación a la Pascua.
"Señor,no tengo a nadie que me introduzca en el estanque cuando se mueve el agua" (Jn 5,7)
Llevaba treinta y ocho años inválido. Esperaba el milagro de la curación del estanque de Betesdà, pero nadie le ayudaba a entrar en el agua en el momento oportuno. "No tengo a nadie".
¿Cuánta gente a nuestro alrededor no tiene a nadie? Juzgamos su maldad, su incredulidad...y nosotros pasamos a su lado sin reparar que no tienen a nadie, que están solos. No se trata de catequizarlos, decirles sermones, darles consejitos, Se trata de alguien de alguien que actue, que les ayude a moverse. Alguien que les demuestre con actos que les ama. Entonces se podrán levantar y comenzar a andar. Entonces serán hombres nuevos.
bernardo YOEL. Valencia. España