"Amaras el Señor tu Dios con todo tu corazón." (Mc 12,30)
Viernes III semana de cuaresma.
A Dios no podemos amarlo a medias. Hemos de amarlo con todo nuestro corazón. Para ello, hemos de empezar a "matar a nuestros dioses", no sea que lo que estamos amando no sea Dios. Y al Dios que debemos amar es el Dios que nos muestra Jesús.
Tomás le pidió que le mostrara al Padre. Jesús le amonestó diciéndole cómo tras acompañarlo tanto tiempo, no se había dado cuenta que quien le veía a Él veía al Padre.
¿Queremos amar a Dios con todo nuestro corazón? Pues, amenos a los demás empezando por los más cercanos, la familia, cosa a veces complicada que puede llevarnos años...
Bernardo YOEL. Valencia. España