"No te digo siete veces, sino setenta veces siete." (Mt 8,22) Miércoles tiempo ordinario.
Esto le responde Jesús a Pedro cuando le pregunta si ha de personar siete veces. Y narra la parábola del siervo que debía millones,y, tras ser perdonado,le exigía unos cuantos euros a su compañero.
Y es que pedimos perdón con facilidad,pero nos cuesta perdonar. Para nuestros actos encontramos mil excusas, pero somos severos con lo que hacen lo demás. Pero si no perdonamos, es que no valoramos nuestra propia culpa y el perdón que nos ha dado. Si de verdad nos sintiéramos perdonados, sabría perdonar. setenta veces siete, es decir, siempre; porque los demás son tan frágiles como nosotros.
fr. Bernardo YOEL. Valencia. España