"Señor, ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?" Mt 25,37
Llevamos muchos años citando y escuchando este evangelio. Pero seguimos sin ver a Jesús en el marginado, en el que está sólo,sin amigos con los que salir, el que vive aterrorizado por si se "enteran" en el pueblo, sus hijos lo descubren en un lugar de ambiente. o un feligrés, o un alumno...
Es más, también nosotros marginamos a los que tienen "pluma",los que no piensan como nosotros...En este evangelio nadie había sabido ver a Jesús. Ni los que ayudaban a los otros, ni los que no los ayudaban. Todos se quedan perplejos ante lo que les dice Jesús. Y nosotros seguimos por el mismo camino. Ante este texto nos colocamos al instante entre los que hospedamos al forastero,vestimos al desnudo, damos de comer al hambriento...Y sacamos nuestra vida de presbíteros,religiosos o la pertenencia a una ONG o nuestro tiempo de voluntariado. Pero...estamos acogiendo realmente a Jesús, o lo que hacemos es colocarnos nosotros en un pedestal. Buscamos el bien del otro o buscamos nuestra imagen. No serviremos a Jesús en el otro,hasta que consideremos a todos los hombres hermanos. Nuestro servicio al otro, no será servicio a Jesús, mientras sea paternalista, mientras nos regodeemos en nuestra bondad, mientras no derribemos todas las fronteras.
bernardo YOEl. Valencia.España