Un día de nuestra
Señora de la Asunción,
estaba considerando los muchos
pecados que en aquella casa
había confesado.
Parecíame que me veía vestir una
ropa de mucha blancura...
después vi a Nuestra Señora
hacia el lado derecho...
dióseme a entender que estaba
ya limpia de mis pecados...
Para señal que sería esto verdad...
parecíame haberme echado
al cuello un collar de oro muy
hermoso. Yo quedé con mucha
soledad, aunque consolada
y recogida en oración.
Quedé con un
ímpetu grande
de deshacerme por
Dios. (santa Teresa de Jesús; V33,14-15)
Se acabo. Espero que te haya gustado y servido para conocer un poco a esta mujer al celebrar el V centenario de su nacimiento.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza