En tal día se celebra en Zaragoza su patrón san Valero. Aprovechando que es festivo en la ciudad el grupo de "los jueves" nos fuimos a Huesca a ver san Pedro el viejo y su magnifico románico. Comimos y regresamos a Zaragoza (aquí pudo unirse Luis Manuel) para celebrar la Eucaristía y dar buena cuenta del roscón típico de esta fiesta, chocolate y un bizcocho hecho por el buen En arje que había llegado el día anterior para unirse a nosotros.
Tuvimos muy presentes a cuantos no pudisteis estar (gracias por vuestras llamadas y mensajes) y a los que se habían encomendado a nuestras oraciones.
En la celebración se sentía la paz de quien se sabe en casa, y enseguida, en el pan...el Señor. Si antes estaba según lo prometido: “Donde dos o más estén reunidos en mi Nombre, allí estaré Yo” (Mt 18,20) ahora lo estaba realmente presente en el Sacramento. Pedimos por la paz en el mundo pero también por la Paz que solo el Señor puede dar. Esa que solo se pierde cuando te apartas de Él.
En momentos así te das cuenta de lo importante que es el silencio y recogimiento en el trato personal con el Padre pero comprendes, con total claridad, que la Fe crece en Comunidad y aquí hermanos y sin animo de ser pretencioso, hoy por hoy, hay una Comunidad que se reúne con alegría, ilusión y porque quiere, que es la razón mas sobrenatural que existe.
Ahora volvemos a lo cotidiano, cada mochuelo a su olivo. Pero eso si con el alma henchida de paz para llevarla a los hermanos que en el trato diario se acercaran a cada uno en nuestras ocupaciones ordinarias y allí volveremos a encontrarnos con Él y sabremos reconocerle.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza