Estoy leyendo uno de los libros que el bueno de Bernardo Yoël me envía periódicamente. En este caso "La espiritualidad de la Liberación. Escritos esenciales" Gustavo Gutiérrez; edición de Daniel G. Groody.
Cita una carta de las comunidades del Quiché, de enero de 1981, después de la masacre ocurrida en la zona de Guatemala, y del retiro obligado del obispo y agentes de pastoral. La cita dice así:
"A todos nuestros hermanos cristianos les contamos que seguimos con ánimo celebrando nuestra fe en grupos cada vez que se puede"
Cada vez que se puede... La dura situación que se vive obliga a una oración "en catacumbas".
Me vais a permitir que me vaya de cabeza un poco pero... ciñéndome a la cita, sin el contexto de martirio físico ¿no es la sensación que hemos tenido (al menos en Zaragoza) al celebrar juntos nuestra Fe? En Oratorios bajo subterfugios legales para no poner en aprietos al responsable frente a su obispo. En monasterios con discreción para evitar lo mismo y celebrando la Eucaristía (como en las primeras Comunidades) en casa... Puede que a los cristianos gays en España no suframos situaciones de persecución en la que demos nuestra sangre a torrentes pero si gota a gota... y "seguimos con ánimo celebrando nuestra fe en grupos cada vez que se puede"
Un abrazo
D.G.;Zaragoza