Es un libro precioso que tiene Anselm Grüm y del que extraigo este parrafo que tanto me gusta sobre la historia de la bendición de Jacob...
“Nosotros pensamos que la bendición de Dios nos sale al encuentro en las situaciones en que tenemos éxito, en que todo nos sale bien. La historia de Jacob nos enseña que, precisamente somos bendecidos cuando estamos extenuados, cuando nos enfrentamos a nosotros mismos, con nuestra propia mentira, con nuestra negación de la vida, con nuestro insondable egoísmo. Cuando nos decimos “si” a nosotros mismos, tal como somos, incluso lo débil y falso que hay en nosotros puede convertirse en fuente de bendición. Dios no bendice lo perfecto, sino lo imperfecto; no lo que está integro, sino lo que está quebrado. La bendición hace que el arroz tronchado florezca de nuevo. Y la noche deja paso al luminoso día.”
Grün, A. Tú eres una bendición. Sal terraebreve nº 54
Cuanta razón, que uno es bendición con lo bueno y lo malo que tiene, para los demás y para Dios que nos quiere tal como somos. Nosotros somos lo que debemos querernos mucho más...
Un besico mañanero...
Irimego, Zgoza.