" ¿De qué sirve a una persona ganar el mundo entero si se pierde la alegría de vivir? Perder la alegría de vivir significa que la persona mantiene un fondo de tristeza, que ni el éxito, ni el dinero, ni las diversiones en este mundo pueden eliminar. Tener la alegría de vivir significa vivir lo inesperado." (j.L. Vazquez Borau)
Ahora me pregunto: En estas Navidades, ¿hemos tenido auténtica alegría de vivir? Quizá nos queda ese fondo de tristeza...Es que no hemos sabido vivir lo inesperado. Y lo inesperado es Dios que se nos presenta en la persona del otro, Dios que nace en nosotros cuando menos lo esperamos...
Yoel,cg.