Los que somos y nos sentimos parte de iglesias cristianas hemos utilizado más el catecismo,que el evangelio. Por lo que, lógicamente hemos aprendido mas las leyes de los que está bien y mal doctrinalmente, que lo que Jesús nos ha querido transmitir en los evangelios.
Ha pasado a la historia Evangelizar y en la actualidad adoctrinamos. La lectura a la luz del evangelio nos mantendrá abiertos a los signos de los tiempos que no son un enemigo a combatir sino la expresión de un reto a superar, por el camino del diálogo abierto y de puertas abiertas al pensamiento diferente. No se puede vivir ya desde la concepción del pensamiento único en las iglesias, pensamiento con que hoy también se nos trata de manejar desde la sociedad civil.
La falta de esa comprensión y compasión es lo que ha hecho que las personas se retiren de las iglesias por que hemos puesto grandes piedras pesadas,algunas difíciles de soportar.
Jesús recuerda a los juristas en el evangelio de Lucas: "os habéis quedado con la llave del saber"
El control creciente y abrumador que el magisterio eclesiástico ejerce sobre el saber de las cosas de Dios, de Jesús,del Evangelio...,lo único que consigue es " cerrar el paso a los que intentan entrar". La "gente sencilla" sintoniza con el Evangelio mejor que los "sabios y entendidos" (Mt 11, 23 s). Pero el hecho es que en las iglesias hablan "los sabios y entendidos", mientras que las "gente sencilla" se le obliga a estar callada.
fr. bernardo Yoel. Valencia