Gracias, María, por tu ejemplo de valor, de entrega decidida. Me gusta verte así, dialogando con el ángel, en actitud madura, libre, sopesando entre el sí y el no. Me ayuda tu experiencia de mujer valiente, arriesgada y entregada, sí, fielmente entregada, a pesar de las dudas, a pesar de los temores. Me siento más cerca de ti en esa pequeñez. Gracias, María por tu humanidad tan manifiesta. (Vivir el Adviento en el ciclo B; EDIBESA)
Un abrazo
D.G.;Zaragoza (ahora en Suesa)