REFLEXIÓN SOBRE LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS.
Estimados hermanos:
Aun sigo esperando que me llamen para trabajar. Este año, con los recortes, las listas de interinidades van más lentas y los puestos que han salido han sido de 1/3 de jornada o de media jornada, lo que se llaman puestos de carácter voluntario. Ahora solo tengo a dos delante de mí, por lo que trabajaré a jornada completa en una o dos semanas.
En este entretiempo, al estar acostumbrado a madrugar, a las siete de la mañana me despierto sin despertador, me levanto, desayuno y rezo el rosario, hago laudes, letio divina y media hora de oración. He retomado estas prácticas, no siendo negativo, e insertarme en la oración de la Iglesia. Muchas veces la ortodoxia, el constatar que los homosexuales no somos admitidos dentro de la Iglesia al 100/100 me desanima y me olvido de orar. Yo oro, rezo y pongo cada mañana mi vida en manos de Dios y si alguien tiene algo en contra, es su problema, no el mío.
Esta mañana he meditado sobre la parábola de los talentos, y la lectura que he hecho ha sido una reflexión sobre la alegría tomada de la página “Familia de los hermanos de Foucould.
Mi vida se ha caracterizado por estar buscando un empleo estable. Mis jornadas o han sido de media jornada o trabajar más de 16 horas diarias, compaginando varios trabajos a la vez. Pero también ha habido largos periodos de paro.
Mis talentos, mis capacidades, mi vocación ha ido dirigida al mundo empresarial. Primero trabajando como asesor fiscal en una asesoría, simultaneándolo con un trabajo como interino en distintos juzgados de la provincia de Avila, haciendo kilómetros y kilómetros.
Mi experiencia con la enseñanza, que es mi verdadera vocación, ha pasado por muchas dificultades. Mi experiencia en el colegio concertado fue de rebote, la enseñanza teórica muy buena, pero los curas que me daban clase, excepto raras excepciones, estaban aburguesados y prácticamente secularizados, incluso había mucha rivalidad entre ellos. Me opuse, por estas razones, a cualquier salida de trabajo que tuviera por objeto la enseñanza. Para mi constituía un escándalo. Mi actitud fue de rebote.
El rebote por el afán de purismo, se convirtió en una moral farisaica que me impidió discernir lo grande que era aquello, y constatar que la aventura de enseñar es lo más hermoso que hay.
Mi rebote duró muchos años, hasta que descubrí en unas vacaciones con las Teresianas del Padre Poveda, lo que es la enseñanza. Desde aquel momento empecé a prepararme las oposiciones de Administración de Empresa de secundaria
Mi experiencia como decente, primero en la enseñanza no reglada ( cursos del paro) y después en la pública, en FP, ha sido my positiva. En ella me he realizado, he evolucionado, me esforzado por tener mis conocimientos al día. Compartir mis conocimientos, lograr que los alumnos se esfuercen, constatar su esfuerzo y superación, me motiva más, en este proceso de retroalimentación los alumnos me han dado más que yo a ellos. He constatado que se te da un talento, lo desarrollas y se multiplica tu capacidad y tu sabiduría. También me permitieron entrar en su vida cotidiana, sus problemas, sus dificultades, me impliqué con ellos. Al final mucho trabajo, pero recompensado y sentí una profunda alegría.
Reflexionando sobre la alegría, leía esta mañana la realidad de que nuestras actitudes negativas nos impiden desarrollarnos, ver lo que queremos y avanzar. Muchas veces en nombre de un exceso de purismo lo que estamos haciendo es enterrar los talentos que Dios nos da. Afrontemos hermanos la vida con alegría, viendo lo positivo en la simplicidad, en la vida cotidiana y de esta manera aprenderemos a amar y a dar lo mejor de nosotros mismos a los demás.
Un abrazo
HILARIO
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Reflexión sobre las palabras de los talentos.
(2 mensajes)-
Publicado hace 10 años #
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Esta lectura tuvo un especial significado para mi este domingo. Después de vivir con mi pareja (mujer) en pecado muchos años y casarme civilmente por fin me he casado por la Iglesia, desde ese momento (que fue justo hace un mes) he notado un increible aumento de fe, he vencido uno de mis mayores pecados cosa que creía imposible y se me ha abierto una puerta nueva interiormente que da respuesta a muchas oraciones del pasado. Muchas personas incluidas sacerdotes me decían que no era imprescindible casarme por la Iglesia y he tenido muchas dificultades para conseguirlo, se me han negado muchos consuelos interiores y promesas a modo de purgatorio prematrimonial. Pero el Señor me ha bendecido con el matrimonio y me ha dado muchos mas talentos por sacar rentabilidad de lo poco que tenía pese a mi gran imperfección. Ahora comienza una etapa donde me ha da todo lo que se me negaba antes y debo sacar rentabilidad a esa fe nueva ¿Podre hacerlo?
Por otro lado, viendo tu ejemplo hermano quisiera sacar rentabilidad de cara al Señor a mi trabajo haciendolo con ganas y alegría ya que últimamente ando muy distraido y no me esfuerzo. Gracias porque me has recordado que no sólo el Señor me ha dado talentos interiores y debo agradecérselo realizando un buen trabajo.
Publicado hace 10 años #
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