El piadoso visitante le dijo al Abad que no se relacionaba con ciertas personas. Él buscaba las que pensaban y tenían ideologías semejantes.
El Abad movió la cabeza y le dijo:
- Pues no sabe caballero lo que se pierde. Toda relación humana con cualquier persona puede convertirse en un lugar de formación. Si sólo nos relacionamos con los que piensan lo mismo que nosotros, nos enquistamos en nuestro pensamiento. Los otros siempre pueden enriquecernos y nos ayudan a avanzar...
bernardo yöel. valencia