El otro día, viendo la televisión, oí que habían dado el premio nobel de la Paz a una adolescente, que habiéndose opuesto a las autoridades de su país y al integrismo islámico Pakistaní , había luchado y sigue luchando por el derecho a la educación de las niñas dentro de su país. Le oí hablar y me emocionó la fuerza y el coraje que denotaban sus palabras.
Se trata de un tema siempre polémico y actual. En España, con tantas leyes de educación que hemos tenido, hay un caos impresionante: la ley de un gobierno se cambia al año siguiente, implantándose en el tiempo una ley de educación sin haberse aplicado en su totalidad la anterior. Los realmente perjudicados de este discurso político son los alumnos y los profesores, que en su quehacer diario, tienen que hacer esfuerzos grandísimos para adaptarse a los nuevos imperativos legales ¿No será mejor señores políticos que la educación, como un derecho fundamental, se regule por una ley consensuada entre todas las fuerzas políticas?
Pensando sobre el derecho a la educación, observo que todos los partidos políticos la utilizan como un instrumento político, como un medio de concienciación, de divulgación de su programa. Los alumnos al final son considerados como un elemento al que va dirigida la propaganda política para perpetuar una ideología determinada y así, perpetuar el poder y garantizar el programa del partido político de turno con su concepción del Estado y de la estructura social en las generaciones venideras.
La educación señores políticos debe basarse en valores : justicia, equidad, no discriminación…, y no en criterios de poder.
Debemos luchar por una educación objetiva, humanística y técnica. Estos tres criterios deben ir a la par: el humanístico, la educación debe ir dirigida a los valores; la capacidad técnica, que nos haga capaces de afrontar los nuevos retos que la globalización nos exige; y objetiva, las aulas no deben convertirse en lugares de concienciación política
Un abrazo
HILARIO
por una educación objetiva, humanística y técnica. Estos dos criterios deben ir a la par: el humanístico, en cuanto que la educación debe ir dirigida a los valores y en la capacidad técnica, que nos haga capaces de afrontar los nuevos retos que la globalización nos exige.
Un abrazo
HILARIO