Sólo por hoy creeré firmemente -aunque
las circunstancias demuestren lo contrario-
que la buena Providencia de Dios se ocupa
de mí, como si nadie más existiera en el mundo.
-Decálogo de la serenidad de san Juan XXIII-
Un abrazo
D.G.;Zaragoza
Sólo por hoy creeré firmemente -aunque
las circunstancias demuestren lo contrario-
que la buena Providencia de Dios se ocupa
de mí, como si nadie más existiera en el mundo.
-Decálogo de la serenidad de san Juan XXIII-
Un abrazo
D.G.;Zaragoza
Dorian, a mi me gusta esta de Silvio Rodriguez... Ya se que no es Juan XXIII pero...
Debes amar la arcilla que va en tus manos.
Debes amar su arena hasta la locura.
Y si no, no la emprendas que será en vano:
sólo el amor alumbra lo que perdura,
sólo el amor convierte en milagro el barro.
Debes amar el tiempo de los intentos.
Debes amar la hora que nunca brilla.
Y si no, no pretendas tocar lo cierto:
sólo el amor engendra la maravilla,
sólo el amor consigue encender lo muerto.
(1978)
Un beso desde bien cerquita...
Irimego, Zaragoza.
Uf... qué difícil es a veces estar seguro de la Providencia... pero, bueno, en eso estamos... viviendo del recuerdo de "algo" que nos lo hizo experimentar.
Por eso, pues os traigo a nuestro Juanillo... el de la Cruz, claro que nos anima a "recordar" esos momentos en los que estábamos seguros de la Presencia, sin saber ni cómo ni por qué...
Entreme donde no supe
y quedéme no sabiendo
toda ciencia trascendiendo.
Yo no supe dónde entraba
pero cuando allí me vi
sin saber dónde me estaba
grandes cosas entendí
no diré lo que sentí
que me quedé no sabiendo
toda ciencia trascendiendo.
De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida vía recta
era cosa tan secreta
que me quedé balbuciendo
toda ciencia trascendiendo.
Estaba tan embebido
tan absorto y ajenado
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo
toda ciencia trascendiendo.
El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece
y su ciencia tanto crece
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Cuanto más alto se sube
tanto menos se entendía
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Este saber no sabiendo
es de tan alto poder
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer
que no llega su saber
a no entender entendiendo
toda ciencia trascendiendo.
Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber
que no hay facultad ni ciencia
que le puedan emprender
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Y si lo queréis oír
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo
toda ciencia trascendiendo.
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