Acabo de ver los titulares de las noticias. Entre otras, la manifestación pro-vida en varias ciudades exigiendo al PP que no de marcha atrás con la Ley del Aborto. Todos hablan del ser sagrado que constituye el no nacido. Pero hay algo que no comprendo: Si yo soy creyente (en lo que sea) me da igual lo que legisle un gobierno. Si creo que el aborto es un crimen no abortare en ninguno de los supuestos que, hoy por hoy, es legal. ¿Por qué ese interés en que el gobierno sea confesional? Cuanta nostalgia tienen algunos.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza