El Abad Ferran, hacía días que observaba que algunos monjes parecían livitar, tan absortos estaban en la contemplación que el "labora" de nuestro Padre San Benito casi desaparecía de sus vidas.
El abad no sabía como abordar el tema, temía que los radicales se pasaran al sólo "labora".
En capítulo se dirigió a los monjes con un cierto temor por que el tema era delicado.
Hermanos, no leamos el N.T. como una revista de noticias, cuando lo leemos podemos encontrar una palabra que nos interpela, no continuemos, quedémonos con ella para meditarla, hacer oración con ella y examinemos como respondemos a lo que nos dice, vereis que lo divino y lo humano están entrelazados, y que ver una persona humana vivir una vida amorosa y compasiva es contemplar el rostro de Dios.
Por supuesto, que la realidad de Dios Padre-Madre es mucho más que esto,pero si no proclamamos y celebramos esta pequeña intuición sobre nosotros, cuando y donde experimentamos lo Divino, no somos fieles a la compresión que brotó en los primeros cristianos el día de Pentecostés.
Una espiritualidad sencilla y básica debería de haber sido promovida por la teología y salir del Aquinate filosófico, de la carrera he haber quien sabes más y más libros escribe.
Desgraciadamente, através de los siglos, la teología se ha preocupado más por temas como por ejemplo la Trinidad un misterio que ha dejado de serlo para algunos Drs.,la doble naturaleza de Jesús...su divinidad...Una verdad de fe se ha convertido en una cuestión intelectual o una duda en la que podemos estar dando vueltas hasta la saciedad...una verdad que de pronto deciden que no es verdad (el limbo)...Pienso que nos hemos de preguntar no lo que tenemos que hemos de creer, sino que luz se arroja sobre las intimidades y angustias de las personas.. ¿Puedo vivir la fiesta y la gloria que Jesús vino a compartir con nosotros experimentando el acontecimiento Pascual?
Necesitamos reconocer que las afirmaciones de las iglesias sobre Dios nunca son afirmaciones reales de Dios. La realidad de Dios siempre quedará más allá de las imágenes,palabras,descripciones, sobre todos los teólogos que la soberbia les lleva afirmar lo que el hombre no puede saber.
Busquemos y anunciemos que el mensaje del Profeta de Nazaret encuentre un lugar hogareño en el corazón de cada uno de nosotros y estemos dispuesto a vivir la Buena Noticia que iluminó a los discípulos en Pentecostés.
Que esta comunidad Ecuménica se quede solo con lo que considere util para acoger a Cristo Jesús.
fr. Bernardo Yöel. Valencia