(sermón 83, 4-6. edición del Cister).
" Amo por que amo, amo por amor. El amor basta por si solo, satisface por si sólo y por causa de sí solo y por causa de sí. Su mérito y su premio se identifican con él mismo.
El amor no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni tampoco ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica. Amo por que amo, amo por amar.
Gran cosa es el amor, con tal de que recurra a su principio y origen, con tal de que vuelva siempre a su fuente y sea una continua emanación de la misma. Entre todas las mociones, sentimientos y afectos del alma, el amor es lo único con que la criatura puede corresponder a su Creador, aunque en un grado muy inferior, lo único con lo que puede restituirle algo semejante a lo que él le da. Cuando Dios ama, lo único que quiere es ser amado: si él ama, es para que nosotros lo amemos a él, sabiendo que el amor mismo hace felices a los que se aman entre sí."
Fiesta litúrgica de S. Bernardo.
Los herman@s que quieran disfrutar de una lectura agradable y amena, les recomiendo la "Saga de Citeaux" uno de los mayores aciertos de M. Raymond, OCSO . El primer libro se titula "Tres monjes rebeldes". Para componer esta trilogía, cualquier otro escritor carente del genio artístico de Raymon, habría compuesto una historia maciza, no menos auténtica.