He disfrutado de la amistad la presencia y la voz de Ignaciano, Luis (pillin), Álamo (el terror del monasterio) y el Prior Dorian. Con la amistad ya contaba, pero tengo que añadir la admiración que han despertado en mi su sonrisa y mirada nueva.
El silencio que me ha empapado su oración,paz, comunión en la Eucaristía..
La paz y las miradas fraternas en las que sobran palabras... el amor cálido y cercano que he experimentado sintiéndome en total comunión con la comunidad del Antiguo Reino de Aragón. La fraternidad va empapando el corazón de vida.
El corto fin de semana he vivido la amistad personalmente con cada uno de vosotros Ignaciano, Luis, Álamo y Dorian gracias por el bien que me habéis hecho y la fuerza y dinamismo que me habéis transmitido.
fr. bernardo Yöel. Valencia