Hola a todos de nuevo,
Primero quiero disculparme por mi ausencia prolongada pero es que los finales de curso, tanto de colegios como de parroquias, son mortales. Os leía pero tenía muy poco tiempo para contestar o llegaba muy cansado como para hacerlo.
Desde ayer estoy de vacaciones y voy a poder invertir más tiempo para hablaros por el foro.
Lo último que he hecho en el cole es un curso en el que se comentaron muchas cosas inetersantes. A mí me llegó un texto que nos propusieron de Giovanni Pico della Mirandola, un humanista del renacimiento.
Tras la Edad Media teocéntrica, los humanistas colocan al hombre en el centro de la creación. En este texto Dios está hablando a Adán y le dedica estas preciosas palabras:
"No te hemos hecho, oh Adán, ni un lugar determinado, ni un aspecto propio, ni una prerrogativa peculiar con el fin de que poseas el lugar, el aspecto y la prerrogativa que conscientemente elijas y que de acuerdo con tu intención obtengas y conserves.
La naturaleza definida de los otros seres está constreñida por las precisas leyes por mí prescriptas.
Tú, en cambio, no constreñido por estrechez alguna, te determinarás tu naturaleza según tu arbitrio, a cuyo poder te he consignado.
Te he puesto en el centro del mundo para que más cómodamente observes cuanto en él existe.
No te hemos hecho ni celeste ni terreno, ni mortal ni inmortal, con el fin de que tú, como árbitro y soberano artífice de ti mismo, te puedas forjar desde ti mismo en la forma que prefieras.
Podrás degenerar en los seres inferiores que son las bestias, podrás regenerarte, según tu decisión, en las realidades superiores que son divinas.
¡Oh suma liberalidad de Dios padre, oh suma y admirable FELICIDAD del ser humano al cual le ha sido concedido el obtener lo que desee, ser lo que quiera!"
Para mi este texto es un canto hermoso al mayor don que nos ha concedido nuestro Dios Padre: la libertad. ¿Cómo podríamos ver este texto desde un punto de vista LGTB?
Paz y Bien.
Un abrazo.
Álamo. Zaragoza