Yo no quiero resignarme, es más la palabra me da yuyo. Con la palabrita los frailes,curas y demás ganado lo solucionamos todos. Me suena a rendirme, a quemar las naves, a perder la esperanza, a cerrar las puertas, conformarme y aceptar lo injusto, lo que no es bueno y hace daño...La resignación es, la mayoría de las veces, una salida cómoda ante las dificultades.
Abro la Palabra y encuentro personas hombres y mujeres ( que podemos ser tu y yo) con aire inconformista. Dios no pone losas en los caminos humanos que conducen a la felicidad. El Dios que se comunica en Jesús, siempre llama a ir más lejos, a crecer, a vivir. El Dios que, por crearnos a su imagen, nos hace capaces de futuro, y esperanza.
No se resignó Abrahám a vivir en la tierra que no daba pastos. No se resigno Moisés a la norma injusta que amenazaba con exterminar al pueblo hebreo. Los Profetas tampoco se resignaron en cualquier época de la historia de Israel.
Frente a la resignación ante un mundo oscuro (el nuestro),las estructuras de poder injustas y dominantes en las iglesias, los profetas nos animan a no callar, a comprometernos y alzar la voz por quienes no la tienen.
LLama la atención la valentía de las mujeres, de las madres...Miriam, la hermana de Moisés, encabeza una gran fila de mujeres que cantan con panderos, y danzan para ayudar a quitar el miedo a otros. Raquel no se resigna a ser estéril, ni tampoco Ana, la madre de Samuel; sus vientres,llamados a la vida no se acostumbran a morir sin engendrar. Rut cambia la tierra propia por una historia de amistad que le hace grande. Ester desafía a rey. Judit,la viuda, vence el miedo de la noche, se adentra en el campo de batalla y aniquila al enemigo. Tampoco acaba de resignarse la viuda de Serepta cuando cede a Elías el alimento que le queda para vivir. La mujer con flujos de sangre que se alta los pudores para tocar el manto de Jesús;aquella otra, anónima que entre en casa ajena y entre lágrimas y perfume busca la dignidad que le habían quitado oros; Magdalena,que madruga para acercarse al sepulcro ..Mujeres que se rebelan y con su actitud de resistencia cambian su suerte y la de quienes les rodean...
Dejamos de resignarnos cuando seguimos a otro con confianza,aceptamos su palabra y nos fiamos de ella. Hay una voz que nos saca de rutinas y nos introduce en una nueva dinámica de vida; " ¡ Sígueme ! "
Caminar detrás del Maestro adelantando su Reino es toda una provocación a lo establecido, incluso en este tiempo y en estas iglesias nuestras.
fr. barnardo yoel. valencia