Una claridad del Evangelio, oscurecido por el tiempo, reapareció en el Concilio Vaticano II: "Cristo está unido a cada ser humano sin excepción"... Más tarde, el papa san Juan Pablo II añadirá:"... incluso si el ser humano no es consciente de ello".
Hay multitud de seres humanos que no saben que Cristo está unido a ellos, y no conocen su mirada de amor puesta sobre toda vida. Ignoran todo de Dios, hasta su nombre. Sin embargo, Dios permanece en comunión con cada uno de ellos.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza