La fe puede entenderse como la respuesta que las personas damos al Misterio. Las fórmulas dogmáticas son vasos demasiado frágiles para contener esa preciosa esencia. Por eso la fe representa una permanente crisis para la religión,para la liturgia,las instituciones y para las iglesias.
En la iglesia se han acentuado, a veces de manera desastrosa para la fe y sus vivencias, las formulas y las fijaciones dogmáticas, imponen la religión en detrimento de la fe. Tal actitud ha dado origen el fundamentalísmo y el tradicionalismo.
Las virtudes propias del católico tradicional son obediencia,sumisión,respeto a la tradición, la veneración de la autoridad y sobretodo,mucha prudencia. Como observaba el cardenal Suenen, "la iglesia tiene mucha prudencia, pero muy poco coraje, y es posible que vayamos a morir de puro sensatos y prudentes"
bernardo yoel. valencia