A veces la oración es combate interior; a veces, abandono de todo el ser. En un momento dado se convierte en un simple reposo en Dios, en el silencio. Ahí quizá se ha alcanzado una de las cumbres de la oración.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza
A veces la oración es combate interior; a veces, abandono de todo el ser. En un momento dado se convierte en un simple reposo en Dios, en el silencio. Ahí quizá se ha alcanzado una de las cumbres de la oración.
Un abrazo
D.G.;Zaragoza
Así, es, hermano, muchas veces es silencio, y trabajo hacer, aquello que se puede hacer por el más cercano con alegría con confianza con ánimo bendiciendo alabando, y muchas muchas veces… en silencio.
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