Una oración de Ryan Sumedi Hutagalung, un cristiano gay de Indonesia: "Que mi vida sea la mía, oh Dios".
"Cada paso que di era despreciado
Cada palabra que dije se perdió sin eco
Cada canción que caté se volvió aburrida
Cada movimiento que hice terminó en trauma
Todos los ojos me atravesaron
Como disparos está procedentes de un millar de flechas
Mi corazón está perforado por un pedazo de vidrio
Que está esparcido en el suelo
Mi corazón está vacío, rechazado
Mi conciencia está pisoteada
Mi espíritu esta roto, destrozado
No hay lugar para mi donde levantarme
¿Dónde está la voz de la justicia
en el momento en que más lo necesitaba?
¿Hacia donde va la luna?
¿Cuándo las respuestas se dan sin preguntas?
Todo mi mundo se volvió oscuro
Mientras trataba frenéticamente buscar la luz
Mi alma está perdida en un sueño profundo
Sin el sol para traer la luz
Deja que mi vida se lo que es
Deja que mi paso fije sus metas
Deja que mi alma encuentre su paz
Como un barco tratando de encontrar su destino
Tú y yo somos de un Creador
Tú y yo somos de esta única tierra
Tú y yo compartimos esta única luz
Tú y yo compartimos este regalo
Mi Dios es también tu Dios
Dios es el juez de mi vida
Y de la tuya, también
Dios nunca me deja
Aunque tú dejaste esta miseria en mí
Estoy seguro de que Dios me protegerá
Que mi vida sea la mía
Porque Dios está conmigo."