Quiero compartir con el foro mi experiencia de los 9 meses desde que surgió la idea de reunimos los últimos jueves de mes para Rezar, para ponernos cara a cara con nosotros mismos y, sobre todo, con la Palabra del Dios que rompe todo tipo de barreras y estereotipos.
Desde un "pequeño oasis" en medio de un barrio popular, multicultural, con su cruda realidad pero que creo que a mi personalmente me hace tener los pies sobre la tierra y salir de nuestra burbuja gay (trabajo mejor o peor, estudios, deporte, salir de marcha, tomar cervezas, torreznos.....), y decirme a mi mismo que soy un privilegiado, que tengo las herramientas necesarias para luchar y seguir adelante.
Entre momentos de risas, cantos (ni qué decir que no nos superan los de Operación Triunfo), Fracción del Pan (cuando se puede) escuchar la Palabra de Dios, el compartirla, el pedir unos por otros, el abrazo de paz, el recuerdo de las personas que nos acompañan de forma virtual, a los que les gustaría participar pero, la verdad, que nos acompañan con su recuerdo y oración.
Me gustaría resumir en tres palabras mi experiencia de los jueves: esperanza, compartir y realidad
Luis Manuel, Zaragoza