Ferdinand Brown es un gay de 46 años de edad de Jamaica que tuvo que dejar de lado su vocación como ministro cristiano.
"Mi nombre es Ferdinand Brown (seudónimo). Soy jamaicano de 46 años y gay. El viaje de mi vida con la sexualidad y la espiritualidad ha sido un largo y tortuoso viaje lleno de cuestiones de vergüenza, auto negación, agresión verbal, dolor, ira y, finalmente, la auto aceptación y la liberación.
Me crie en un hogar religioso y desde muy temprana edad yo era muy religioso, activo en varios ministerios de la iglesia y especialmente los sacramentos significaban mucho para mi. Sin embargo, en mi adolescencia, comencé a darme cuenta de que me sentía atraído sexualmente por los chicos. La enseñanza de mi iglesia era que eso estaba mal. Esto me llevó a rezar para buscar mi salida de mi orientación sexual.
Quería compartir mis luchas con alguien, pero no me atrevía porque la gente a mi alrededor era tan critica que yo creía que iban a revelar mi condición. Sufrí en silencio. Pensé que se trataba de mi carga y que tenia que soportarla.
Aunque tenia dudas sobre mi sexualidad, entré en el seminario. Fue allí donde encontré textos teológicos más liberales que sostenían un rayo de esperanza para mi pues podía ser cristianos y homosexual a la vez.
Me sentía incomodo viviendo con una mentira. En privado era un hombre gay, pero en público era un ministro cristiano creyente. Sufrí en silencio durante años hasta que dejé la iglesia que amaba y me había comprometido a servirla hasta el fin. Esto era extremadamente doloroso.
Habiendo salido a flote de esta vida emocional maltratada en la iglesia, ahora digo a los demás: 'Vamos a solidarizarnos para no hacer daño.'"