Ayer fue un día muy importante para mi como todos los 24 de mayos de mi vida. Fue el día de mi cole. Ayer hubo fiesta. Mientras los padres, alumnos, profes y monjas lo celebrábamos con procesión, misa, verbena, partido de fútbol sentíamos que personas muy diferentes nos unía algo: El amor a la madre de Jesús; y reconocíamos su afán por ayudar a cualquiera que se le acercara.
Ayer se celebraban los 200 años desde que se instauró la fiesta de María Auxiliadora el 24 de mayo. Resulta que Napoleón, son sus aires de grandeza, secuestró al papa Pio VI para que la sede de la Iglesia estuviera en París. Allí se murió el pobre hombre. Cuando fue elegido su sucesor, Pío VII, Napoleón hizo lo mismo, se lo llevó a París. Cuentan que el Papa desde entonces no hacía mas que encomendarse a María con la advocación de Auxiliadora. El caso es que Napoleón empezó a perder batallas y, en vez de pensar que las estrategias imperialistas fallaban, a este señor le dio por pensar que estaba bajo una maldición divina (¡Ya ves, tú!) y permitió al Papa regresar a Roma tras muchos meses. Entraba triunfal un 24 de mayo de 1814 y Pío VII decidió que ese día sería dedicado a María Auxiliadora de los cristianos.
Yo, a los críos, les digo de los cristianos, de las personas, de los niños de clase. María está también con nosotros y ayer, en la misa, pedí entre otras muchas cosas por este foro. María Auxiliadora de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales del mundo... Ruega por nosotros, Reina.
Paz y bien.
Un abrazo.
Álamo. Zaragoza