Tras la meditación matutina en capítulo el Abad dijo:
-Los fariseos criticaban a Jesús y a sus discípulos, porque no ayunaban ni hacían penitencia. ICreían que a Dios sólo se puede llegar a través del sufrimiento y la privación. En la actualidad algunas comunidades religiosas están regresando a los cilicios y disciplinas. Tenían y tienen la idea de un Dios lejano, en el Cielo, al que sólo se puede llegar con grandes dificultades.
Jesús, sin embargo, nunca renuncia a la felicidad. Compara el Reino con unas bodas, con un banquete...Nosotros buscamos la felicidad en el exterior...pero, la felicidad no está fuera de nosotros. está en nuestro interior, por que la felicidad es Dios y el está en lo más profundo de nuestro corazón.
fr. bernardo yöel. valencia.